Las Churrilleras

Las Churrilleras
La industria textil y su influencia en las mujeres alcalaínas tiene una extensa historia.
En Alcalá, llegó a exportarse la seda, confeccionada en los telares de las casas de la Mota, hacia tierras americanas. Se continuó este oficio, siglos después, con los famosos mantones alcalaínos.
No es de extrañar que, a principios de siglo XX naciera una primera fábrica de tejidos cerca de la Tejuela, donde las mujeres empezaros a tejer “guiñapos” o “churrines” como se les llamaría en Sudamérica.
A pesar de la importancia que estas mujeres y su trabajo tuvieron en la economía de la localidad y de su comarca, el término “churrín” llega a nuestros días, como todo lo femenino, infravalorado, ya que se utiliza para denominar aquello que no tiene importancia; “no tiene un churrín”.

Estas mujeres dieron sus primeros pasos en su autonomía personal participando en la economía familiar con sus ingresos, sacando, en muchos casos, la familia de la miseria. Fueron mujeres que vivieron momentos de lucha en la historia de España. Lucharon por la negociación colectiva, defendieron sus derechos como trabajadoras  y apoyaron a sus representantes sindicales. Incluso, hicieron la primera huelga de mujeres, a finales de julio de 1936, donde murió una de las churrilleras.

La fábrica continuó en los años posteriores a la guerra civil y las churrilleras fueron un importante referente en la economía de las familias de Alcalá la Real.